Aquellas clases de introducción a la informática, de varios años atrás, en donde estudiar y utilizar algunos comandos DOS era una toda novedad, aunque hoy estén casi extintos, valieron la pena.
Recientemente me ocurrió el típico caso de un familiar cercano cuyo equipo Windows se encontraba a merced de varios virus, spyware y malware. Casi ni se podía trabajar en el equipo por su lentitud y nada más encender el computador la conexión de banda ancha se asfixiaba pues uno de esos programitas maléficos tenía al equipo como esclavo, usándolo para enviar spam y para lanzar toda clase de ataques contra otros equipos.
Como uno más o menos “tiene idea” de estos asuntos, me ofrecí a intentar revisarlo y solucionarlo. De hecho un primo alcanzó a comentar que si yo no podría solucionarlo, en lugar de pasar solamente el diagnóstico… pero el asunto no era por falta de voluntad, sino en primera medida por tiempo, pues ese día andaba en otros asuntos, y en segunda medida no andaba armado con las herramientas adecuadas.
Días después, regresé a la escena del crimen. Procedo entonces a conectar mi dispositivo USB para copiar allí inicialmente el AVG AntiSpyware, uno de muchos programas muy útiles para contrarrestar casos como los que aquejaban a este equipo… pero resultó que no podía copiar los archivos desde el dispositivo USB hacia el computador. Me salía un error de Windows como si el dispositivo estuviese bloqueado o que no podía acceder a él. ¿Y ahora quién podrá defendernos?, dije para mis adentros recordando aquellas épocas doradas del Chapulin Colorado, el simpático personaje mexicano.
Pues bien, de repente me dije también “hola, ¿y si probamos con esos comandos DOS de antaño? ¿Será que logro acordarme cómo era el asunto?”. Procedí entonces a abrir la consola de comandos de Windows:
Inicio – Ejecutar – cmd – Enter
Y luego:
f:
(para ingresar a la unidad USB)
Luego:
cd directorio
(para ingresar al directorio en el que estaba el AVG AntiSpyware)
Y luego este glorioso comando:
copy archivo.exe c:\Temp
(para copiar el archivo a la unidad C en el directorio Temp.
¡Y eureka! El archivo fue copiado. Qué bueno haber recordado aquellas clases del profesor de Informática en la escuela secundaria. 🙂
Después de instalar el programa, correrlo, identificar decenas de programas basura y finalmente eliminarlos, intenté de nuevo acceder desde Windows al dispositivo USB, pues alcancé a sospechar que algunas partes de Windows se habían afectado irremediablemente, pero resultó que pude acceder sin problema alguno y comprendí que alguno de esos programas basura era tan “complejo” (por decirlo de buena manera) que presentía que se acercaba su fin y por tanto no dejaba copiar programas desde dispositivos externos que pudieran contener, precisamente como ocurrió, el antídoto para sus fechorías.
¡Benditos comandos DOS!
Esteban says
La verdad que concuerdo al 100% contigo Jaime, de hecho, una de las cosas por las cuales pude adaptarme tan bien al uso de Gnu/Linux cuando recién comencé con servidores, fue gracias al curso de MS-DOS que tuve cuando tenia 9 o 10 años, ves, algo bueno salió de Microsoft después de todo :p
Saludos,
Expel says
Si no recuerdas los comandos, un “help” es suficiente.
Jaime Echeverry says
Hola Expel,
Es correcto. Y para complementar tu comentario. Con “help comando” se puede saber la forma en que se puede trabajar ese comando. Por ejemplo:
help copy
Saludos!
Raul Villa says
Hola Jaime, la verdad que a mi también me ha sacado el ms-dos de algun apuro. El ultimo que tuve fue un error en el que el disco duro no arrancaba y lo solucioné con chkdsk.